Qué hacer antes de contratar a una diseñadora para tu branding o tu web
La mayor parte de las veces, cuando estás buscando diseñadora para tu rebranding o tu sitio web, estás apurada. Necesitas estos cambios para ayer o, como mínimo, no quieres que el proceso de trabajo se demore meses. Eso es perfectamente comprensible.
A nosotros los diseñadores también nos gusta tener los tiempos acotados. Aunque tanto el trabajo de branding como de diseño web requieren de unos tiempos mínimos para poderlos hacer bien, no nos gusta que los proyectos se desparramen hasta el infinito, porque entonces se superponen los calendarios de trabajo de varios clientes.
Para facilitar que el trabajo de diseño como tal sea lo más expedito posible, hay varias cosas que tú, como cliente, puedes ir haciendo previamente. Las recomendaciones que te doy aquí te van a ahorrar un montón de tiempo y dolores de cabeza, y le van a hacer la vida más fácil a tu diseñadora.
Entonces… ¿por dónde empezar?
Investiga a tu diseñadora
Esto parece un poco obvio pero igual lo voy a decir, porque en varias ocasiones se me han acercado emprendedoras contándome lo decepcionadas que estaban con el trabajo de X o Y, y cómo el proceso de trabajo o los resultados no habían cumplido con sus expectativas.
Lo más probable es que cuando estés buscando diseñadora, no vayas directamente a una que ya tienes en mente, sino que valores dos o tres que te dan “buena vibra” y trates de decidirte. Esto está muy bien, y aquí te doy algunos puntos que puedes tener en cuenta a la hora de valorar y tomar la decisión final de con quién trabajar:
síguela en redes sociales
Hoy en día es muy sencillo llevarte una buena idea de quién es una persona gracias a las redes sociales y a lo fácil que es tener acceso a alguien. Observa cómo es su comportamiento:
- ¿Publica con cierta frecuencia? Si pasan días y días y ni se asoma, quizás esté sobrecargada de trabajo y eso no te conviene, quieres a alguien que pueda darte atención prioritaria a ti y a tu proyecto. Igual y nunca ha sido de publicar mucho, porque no, y eso no tiene nada de malo… pero es algo a tener en cuenta.
- ¿Contesta los comentarios que le hacen en sus publicaciones? Esta yo la considero súper importante, porque es un reflejo de cuán en serio se toma a sus seguidores, que pueden ser clientes potenciales o simplemente personas interesadas en su trabajo. Cada persona que te sigue y se toma el tiempo y el trabajo de escribir un comentario en un post merece todo el respeto y atención del mundo, según creo yo, así que para mí este simple detalle puede decir mucho de una persona y su actitud... a no ser que tengas un camión de seguidores y cada post tuyo tenga decenas de comentarios, en cuyo caso está justificado que no puedas responderlos todos.
date una vuelta por su web
Un diseñador (y da igual si solo hace branding que si hace diseño web) que no tenga una web impecable… como que no, ¿verdad? Hoy en día el sitio web de alguien es su principal cara pública, junto con las redes sociales. Aunque en estas últimas puedes llevarte una idea del estilo visual de tu posible diseñadora (sobre todo en Instagram), en la web puedes llevarte una mucho mejor idea:
¿Es una persona con un estilo barroco o más sencillo y minimalista?
¿Tiene un estilo trending, tradicionalista, moderno, psicodélico?
¿Se nota que cuida los detalles, o encuentras a cada rato alguna cosita que quedó “para arreglar después”, o las imágenes no se ven bien?
¿Su sitio produce impacto visual, tiene el contenido bien organizado y hay jerarquías de colores y tipografías?
¿Cómo se alinea todo esto con tus propios gustos e intereses para tu branding o tu diseño web?
Además del estilo visual, y de si éste es compatible con el tuyo, hay otras cosas que puedes ver en la web de tu diseñadora. En el blog puedes ver de qué habla, si te transmite que realmente domina los temas que trata, y un poco de su personalidad. También es un buen lugar para ver si responde a los comentarios y preguntas que le hacen en sus posts, y si lo hace con mimo o si es para salir del paso.
En su página de servicios puedes conocer mejor qué tipo de trabajos hace… ¿Lo que ofrece en su paquete de diseño de marca te sirve o se queda corto? ¿Se especializa en una plataforma que no es la que te interesa (yo no diseño webs en Wordpress porque me especializo en Squarespace)? ¿Tiene un proceso de trabajo, aunque sea muy general, o va como una veleta según sople el viento?
escríbele y ponte en contacto
Si realmente estás valorando trabajar con alguien, lo mejor que puedes hacer es ponerte en contacto. Normalmente esto no implica ningún compromiso de trabajo, es sencillamente una forma de conocer mejor su oferta, aclarar tus dudas, y conocer un poquito mejor a tu posible candidato/a. Escríbele un DM por Instagram o un correo contándole sobre tu proyecto y preguntándole por sus servicios.
Todas estas cosas te pueden decir mucho de cómo es una persona y cuánto valora a las que están del otro lado de la pantalla invirtiendo su tiempo en consumir sus contenidos e interactuar.
Define cuánto estás dispuesta a invertir
Este punto puede ser controversial porque muchos creativos (ojo, entre los que me incluyo) defienden que el precio no debe ser el factor que te motive a tomar una decisión, y que si alguien realmente quiere trabajar contigo pagará (casi) lo que sea. Y aunque desde mi posición de creativa que ofrece un servicio entiendo y defiendo esta idea (y creo que la calidad vale), como consumidora también entiendo que hay un límite a lo que podemos permitirnos. Yo misma he estado en la situación de querer hacer una inversión para mi negocio (y fíjate que digo inversión, y no gasto) y no he podido hacerla porque, simplemente, no la puedo asumir y no quiero que mis deudas crezcan al infinito y más allá. Así de sencillo.
Por otro lado, es posible que tengas clarísimo que quieres trabajar con una diseñadora en particular. Quizás es que su estilo visual te encanta, o que te transmitió confianza y profesionalismo como ningún otro, o que se especializa en algo muy particular que más nadie hace (como yo, que me especializo en diseño web en Squarespace), o que te gustó la forma en que te contestó el mensaje que le enviaste… sea la razón que sea, esa es la diseñadora de tus sueños, pero quizás está más allá de tu presupuesto. Si ese es el caso, conocer tu límite te va a ayudar a valorar si aún así te vale la pena la inversión, y si tienes que reorganizarte para poder hacerla. Quizás necesites poner una pausa a tu proyecto de diseño para darte un tiempo y reunir más dinero… ¿recuerdas las inversiones que te dije que quiero hacer? ¡Yo no las he desechado! Sencillamente estoy ahorrando para poder hacerlas, porque creo que lo valen.
Prepara tu material (imágenes y copy)
Esto es algo que muchas veces se deja para cuando YA has contratado a un diseñador, y es uno de los principales motivos de retratos en los proyectos. Nosotros los diseñadores no somos responsables de escribir ni revisar los textos de tu sitio web o de tus aplicaciones colaterales (como brochures o PDFs), ni de buscar las imágenes que vas a utilizar. Por lo general no tenemos problema en dar recomendaciones y hacer sugerencias, pero el copy es responsabilidad de un copywriter, él es el especialista… y sin copy, no podemos diseñar (especialmente cuando se trata de diseño web).
Quizás haya diseñadores que crean que es al revés, y que primero viene el diseño y después el copy, pero en mi opinión no funciona así. El copy es la información, y el diseño es la forma de organizar visualmente esa información. Y lo ideal es poder trabajar diseñador y copywriter conjuntamente, porque el copy debe tener en cuenta también el diseño… pero ese es tema para otro post y ya me voy del tema. El caso es que necesitamos tus textos para poder trabajar, y si no los tenemos al momento de empezar con tu proyecto, todo el proceso se va a demorar.
Con las imágenes, pues sucede por el estilo. Como diseñadora yo te doy una guía de estilo para las imágenes que hacen falta, pero hay ocasiones en que éstas son centrales a un proyecto (si se está diseñando un portafolio por ejemplo, o un producto con una estética muy específica) y entonces es vital tener de antemano las imágenes que tú como cliente quieres usar, para poder crear el diseño a partir de ellas. Además, aunque tu diseñadora te dé una guía de estilo para las fotos y te pueda ayudar a encontrar algunas en bancos de imágenes que vengan bien para tu proyecto (aquí te dejo una guía sobre cómo escoger bien fotos de stock para tu marca), hay otras que tienes que proveer tú necesariamente, como por ejemplo fotos de perfil tuyas (especialmente para diseño web), o fotos de tus productos (si tienes).
Separa tiempo en tu agenda para el periodo de trabajo
Esto en realidad es algo que deberás hacer una vez que ya hayas contratado al diseñadora en dependencia de la disponibilidad de agenda que tenga, pero igual lo pongo para terminar porque es muy importante. Si quieres que el proceso de diseño no se estanque, necesitas estar implicada al 100% con tu diseñadora para que el trabajo avance.
Para poder diseñar una identidad visual que verdaderamente represente a tu marca, nosotros los diseñadores necesitamos estar en contacto constante contigo para hacerte preguntas, aclarar dudas y garantizar que estamos en sintonía total con lo que tú imaginas. No podemos avanzar sin tu feedback, así que si te demoras en darlo o lo haces a la carrera sin ser clara en lo que opinas de los diseños que te presentamos, inevitablemente el trabajo se va a retrasar. Míralo de esta forma: si quieres un diseñador dedicado y enfocado en tu proyecto, tú debes estarlo igual.
En resumen
Trabajar con un diseñador no debe ser un martirio, sino todo lo contrario… debe ser un proceso emocionante para ti, porque estás reinventando tu proyecto con la esperanza de tener un branding o un sitio web verdaderamente alineados con tus valores de marca. Y te garantizo que cuando escoges a la persona indicada para ti y tu proyecto, puedes tener un proceso de diseño sin estrés, y excelentes resultados. Ten en cuenta estas recomendaciones que te doy, y verás que valdrá la pena.